A pesar de los recientes titulares sobre la variante Eris del COVID-19, es importante recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha afirmado que no hay motivo para alarmarse. Aunque esta cepa ha sido motivo de preocupación debido al aumento de casos y hospitalizaciones, la OMS ha enfatizado que Eris no es más severa que las variantes previas que ya conocemos.

Hasta el momento, en México solo se han registrado dos casos de la variante Eris, también conocida como EG.5. Aunque inicialmente fue considerada una subvariante de ómicron, rápidamente captó la atención de la OMS a medida que los casos aumentaron. Sin embargo, es importante destacar que la evidencia disponible hasta ahora no sugiere un riesgo mayor en comparación con otras variantes del virus.

La característica que ha llamado la atención es la capacidad de Eris para evadir la inmunidad de anticuerpos, pero la OMS nos insta a no entrar en pánico. Aunque esta variante ha mostrado un crecimiento acelerado y ha demostrado cierta habilidad para evadir la inmunidad, no se han reportado cambios significativos en la gravedad de la enfermedad. La OMS ha declarado en un comunicado que «aun así, es posible que las incidencias de EG.5 aumenten y lleguen a ser dominantes en algunos países o a nivel mundial», pero esto no implica un aumento en la severidad.

En cuanto a los síntomas, no hay diferencias significativas entre los síntomas de Eris y otras variantes conocidas del virus. Los síntomas incluyen fiebre, tos, alteración del gusto y el olfato, así como cansancio, dolor de garganta y congestión nasal. La OMS ha asegurado que es poco probable que la enfermedad alcance niveles severos con esta variante. No obstante, es importante que los grupos más vulnerables, como los adultos mayores, las personas con asma o con sistemas inmunológicos debilitados, monitoreen de cerca sus síntomas.

La Secretaría de Salud de México no ha emitido ninguna alerta significativa hasta el momento, y las autoridades de salud han reiterado que no hay razón para preocuparse excesivamente. El uso continuo de medidas de prevención como el uso de cubrebocas en espacios cerrados, la ventilación adecuada y la atención a los síntomas son esenciales para mantenernos seguros.

Para protegernos de Eris y otras variantes, es crucial mantener nuestro esquema de vacunación actualizado, incluyendo los refuerzos. Las vacunas más recientes han sido diseñadas para enfrentar las variantes emergentes. Mantenernos informados a través de fuentes confiables y seguir las recomendaciones de salud nos ayudará a superar este desafío de manera efectiva.