Tijuana, Baja California, 08 de noviembre de 2023 – En una sesión extraordinaria que bien podría haber sido un episodio de comedia, el Cabildo de Tijuana ha dado un paso audaz al prohibir los narcocorridos en la ciudad debido a su apología del delito. ¿Estamos finalmente libres de las balas musicales?

«Las Balas Musicales Callan en Tijuana» – Un Deber Prioritario

La alcaldesa Montserrat Caballero Ramírez, con una expresión que parecía un guiño a la ironía, agradeció al Cabildo por asumir el riesgo de poner fin a las balas musicales. Según la alcaldesa, cuidar la salud mental de los jóvenes es una prioridad, y los narcocorridos, al parecer, eran una amenaza invisible, mucho más peligrosa que cualquier otro problema en la ciudad. Pero, ¿hasta qué punto deberíamos juzgar la música como la única culpable?

«¿Adiós a la Música, Adiós al ‘Peligro’?» – ¿Qué Sigue?

La alcaldesa expresó que todos los artistas son bienvenidos en la ciudad, pero no antes de señalar que los narcocorridos y la apología del delito no son parte del «folclore mexicano». Pero ¿quiénes somos para decidir qué se considera folclore y qué no? ¿Qué género musical será el siguiente en la línea de fuego? ¿La música rock con letras rebeldes? ¿Las baladas de desamor que incitan a ahogar las penas en helado?

«Multas Inciertas y la Caza de un Enemigo Invisible»

Las reformas al Bando de Policía y Gobierno y al Reglamento de Espectáculos Públicos buscan promover una cultura de paz, aunque no está claro si prohibir la música resolverá los problemas de seguridad. Las multas por violar estas normas son inciertas, como si se tratara de un juego de adivinanzas. ¿Realmente lograrán cambiar el panorama musical? ¿O es solo un intento de cazar un enemigo invisible, como un león persiguiendo su propia sombra?

«La Promesa de un Mundo Silencioso en Tijuana»

En resumen, Tijuana ha declarado la guerra a los narcocorridos. ¿Logrará esta prohibición traer la paz a la ciudad o simplemente será una nota discordante en la sinfonía de la cultura mexicana? Con multas inciertas y decisiones musicales controvertidas, el futuro de la música en Tijuana se mantiene en un silencio incierto. ¿Podría esta prohibición abrir la puerta a más censura musical en el futuro? ¿O es simplemente un intento de mantener una aparente paz en la ciudad?

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