Ensenada B.C El próximo 14 de febrero promete ser un día de contrastes y humor celestial, ya que coinciden el Día de San Valentín y el respetado Miércoles de Ceniza. Mientras los corazones laten con pasión y las parejas se preparan para expresar su amor, la ironía se presenta en forma de ceniza, recordándonos que también es el inicio de la Cuaresma, con la consiguiente abstinencia de carne.*

En medio de cenas románticas y chocolates, el Miércoles de Ceniza nos invita a reflexionar sobre la dualidad de este día, donde el deseo carnal choca con la renuncia a la carne. ¿Un «te amo» acompañado de pescado en lugar de carne? Este peculiar cruce de caminos nos desafía a equilibrar el romance con la reflexión, creando una mezcla única de amor y devoción con un toque de humor cósmico.

En el contexto religioso, el Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, un período de cuarenta días de reflexión y preparación para la Semana Santa. La imposición de ceniza en la frente simboliza humildad y arrepentimiento, llevando a los fieles a comprometerse con la introspección y la renovación espiritual.

La historia detrás de esta tradición se remonta a siglos atrás, vinculada a la penitencia y el simbolismo de los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto. Los templos adoptan el color morado durante este periodo, marcando la solemnidad y la preparación espiritual.

Así, en este 14 de febrero, mientras algunos celebran con sus seres queridos, otros llevarán en sus frentes la ceniza que simboliza humildad y arrepentimiento. La paradoja de este día nos recuerda que, aunque el amor puede ser apasionado, la Cuaresma nos invita a una introspección serena.

En esta danza entre lo terrenal y lo espiritual, el Miércoles de Ceniza nos brinda la oportunidad de tejer una historia única, donde el romance se entrelaza con la reflexión, y Cupido comparte escenario con las cenizas en esta extraña, pero fascinante, comedia calendárica.