Ensenada B.C 28 de enero del 2924- En un emotivo acto que destaca la resiliencia y la dedicación de los binomios caninos, Boris, el pastor belga malinois del Grupo de Operaciones Caninas K-9 de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), se alza con un destacado premio en una competición internacional celebrada en Riverside, EEUU. La fecha, hoy 28 de enero de 2024, marca casi un año desde el impactante incidente en Francisco Zarco el 13 de febrero de 2023.
La historia de Boris es más que un relato de logros individuales; es un testimonio del vínculo inquebrantable entre este canino valiente y su manejador del Grupo de Operaciones Caninas K-9, Ubaldo Lozano. Desde el trágico suceso en Francisco Zarco, el grupo ha demostrado una resiliencia excepcional y un compromiso continuo con la seguridad ciudadana.
Ubaldo Lozano, un héroe reconocido cuya dedicación ha trascendido fronteras, destaca la conexión única que va más allá de lo profesional. «Boris no es solo un K-9, es mi compañero leal en el servicio de la seguridad ciudadana», expresó el agente. Esta relación, basada en la confianza y la dedicación mutua, resalta la esencia del Grupo de Operaciones Caninas K-9.
En la competición internacional, Boris enfrentó disciplinas desafiantes como obediencia táctica, obstáculos, ataque y búsqueda de narcóticos. A pesar de la pérdida de una extremidad, Boris demostró su eficiencia y determinación. «Fue eficiente en todas las disciplinas, como si tuviera las cuatro patas», compartió el manejador con orgullo.
Esta victoria no solo celebra los logros individuales de Boris sino también la fuerza y el espíritu del Grupo de Operaciones Caninas K-9. Más allá de las fronteras, estos equipos continúan siendo guardianes dedicados de la seguridad ciudadana, recordándonos que el vínculo entre los binomios caninos y sus manejadores es verdaderamente indestructible.
Aunque Boris ya no forma parte activa del Grupo de Operaciones Caninas K-9, su legado continúa enraizado en la familia de su manejador. Desde su jubilación, Boris ha encontrado un hogar lleno de cariño y compañía, convirtiéndose en un miembro inseparable de la familia del agente Ubaldo Lozano. Más allá de ser un compañero en el servicio de la seguridad ciudadana, Boris se ha integrado plenamente en la vida cotidiana, compartiendo momentos especiales y creando vínculos que trascienden las responsabilidades profesionales. Su presencia, aunque retirada de las operaciones activas, sigue siendo una fuente constante de alegría y amor en el hogar de quienes lo consideran parte fundamental de su familia.