En México, la discusión sobre el salario mínimo ha sido recurrente en los últimos años, especialmente debido a la inflación que ha deteriorado el poder adquisitivo de los trabajadores. Sin embargo, una nueva reforma que busca elevar a grado constitucional los aumentos salariales por encima de la inflación podría cambiar este panorama.
La Cámara de Diputados está debatiendo una Reforma Salarial que propone modificar el artículo 123 de la Constitución, estableciendo dos tipos de salario mínimo: uno general, aplicable a áreas geográficas específicas, y otro profesional, dirigido a sectores específicos de la economía. El principal objetivo de esta medida es garantizar que cualquier aumento al salario mínimo siempre supere la inflación.
Roberto Ventura, socio fundador de Neos RH Consultores, señala que esta reforma sería un paso crucial para reducir la brecha entre el costo de vida y los salarios en México. “Si se eleva a grado constitucional que los incrementos del salario mínimo superen la inflación, los trabajadores podrán mantener su poder adquisitivo, evitando caer en ciclos de pobreza”, explica Ventura.
Actualmente, los aumentos salariales están sujetos a decisiones políticas y económicas, lo que provoca que muchas veces sean insuficientes para compensar el costo de vida. Según un estudio reciente de PageGroup, el 46% de los profesionales en México no está satisfecho con su salario actual, lo que ha llevado a un aumento en la rotación laboral.
La reforma no solo beneficiaría a los empleados, sino también a las empresas, al impulsar el consumo interno y fomentar un mayor crecimiento económico. Un poder adquisitivo más fuerte incentivaría la demanda de bienes y servicios, impactando positivamente a diversos sectores industriales.
A pesar de estos beneficios, la implementación de la reforma también supone desafíos para las empresas, que deberán ajustar sus costos laborales. Sin embargo, el experto Ventura cree que, a largo plazo, las ventajas superan los inconvenientes.
La falta de satisfacción salarial en México es evidente. Aunque el 77% de los empleadores planea incrementar los sueldos este año, estos aumentos suelen alinearse con la inflación, quedando entre un 5% y un 6%, insuficiente para cumplir con las expectativas de los trabajadores.
Con esta reforma, se espera que los sectores con alta demanda, como tecnología y manufactura, vean mejoras salariales que correspondan mejor al talento y experiencia requeridos. Además, esta medida podría ayudar a reducir la rotación de personal y la fuga de talento, una preocupación constante para las empresas mexicanas.
En resumen, la Reforma Salarial propuesta por el Congreso podría ser una solución efectiva para proteger los ingresos de los trabajadores frente a la inflación y generar un crecimiento económico sostenido en el país.