La tranquilidad de la temporada de Cuaresma en San Quintín se ve interrumpida por las medidas preventivas de la Comisión Estatal de Protección contra Riesgos Sanitarios de Baja California (COEPRIS BC). Con el objetivo de salvaguardar la salud de la población, se han desplegado una serie de recomendaciones dirigidas a las pescaderías locales.

Desde el corazón de la zona de Camalú hasta los confines de San Vicente, las autoridades sanitarias han visitado incansablemente los establecimientos, instando a los propietarios a mantener un estándar impecable de calidad e higiene. La premisa es clara: mantener los productos marinos en refrigeración y cuidar meticulosamente la limpieza del entorno.

El mensaje es claro y directo: la frescura y la inocuidad son imperativas. Los consumidores deben ser vigilantes al seleccionar sus productos, asegurándose de que los ojos de los pescados brillen con vitalidad, que las escamas estén firmemente adheridas y que el olor sea apetitoso. Para los moluscos, como almejas y ostiones, la concha debe permanecer herméticamente cerrada, sin grietas que denoten deterioro.

La advertencia no termina aquí. Se insiste en evitar el consumo de productos crudos y se desmiente el mito del limón como agente esterilizante. La prudencia dicta que los alimentos sean consumidos dentro de las 24 horas posteriores a su preparación para evitar la proliferación de bacterias dañinas.

La vigilancia no se limita al aspecto de los productos. Los establecimientos deben exhibir de manera visible su aviso de funcionamiento y la constancia de fumigación, actualizada en los últimos seis meses. COEPRIS BC invita a la comunidad a denunciar cualquier irregularidad a través de sus redes sociales, prometiendo sanciones severas para aquellos que incumplan las normas de higiene y manipulación de alimentos.

Las inspecciones, llevadas a cabo de manera aleatoria, se extenderán a lo largo de toda la temporada de Cuaresma. Este escrutinio minucioso busca salvaguardar la salud pública, siguiendo los rigurosos lineamientos establecidos por la Norma Oficial Mexicana 242. Muestras de productos serán enviadas a laboratorios para garantizar su calidad y seguridad, todo en aras de proteger a la comunidad de posibles riesgos sanitarios.

En este tiempo de reflexión y penitencia, la prevención se convierte en la mejor aliada. La COEPRIS BC, en su incansable labor, se erige como guardiana de la salud de San Quintín, asegurando que cada bocado sea sinónimo de seguridad y bienestar.