Ensenada, B.C. – Un nuevo y preocupante episodio de violencia se registró en Ensenada cuando un niño de apenas 12 años fue víctima de un ataque armado. Los hechos ocurrieron en la tarde de hoy, a las 15:42 horas, en la Prolongación Ruiz, a escasa distancia de la secundaria No. 8. Dos sujetos, armados y con el rostro cubierto, dispararon desde un vehículo en movimiento, impactando al menor en la pierna izquierda.
Según los primeros informes, los agresores viajaban en un Hyundai Axel color gris, un vehículo de cuatro puertas que se dio a la fuga en dirección al Cañón de Doña Petra. Un testigo que presenció el brutal ataque intentó seguir a los responsables, mientras varias patrullas se sumaban a la persecución. Sin embargo, al cierre de esta edición, no se ha reportado la detención de los responsables.
Paramédicos de la Cruz Roja Mexicana llegaron al lugar para atender al menor, quien, a pesar de la gravedad de la situación, fue estabilizado y trasladado a un hospital para recibir atención médica.
¿Hasta cuándo seguirá la violencia?
Este ataque despierta serios cuestionamientos sobre la eficacia de las estrategias de seguridad implementadas en la ciudad. A pesar de los constantes anuncios de reforzamiento en patrullajes y operativos, la realidad muestra que la violencia no cede y, lo que es aún más preocupante, está afectando a los sectores más vulnerables de la población, como en este caso, un niño.
Resulta alarmante que, en pleno día y en una zona cercana a una institución educativa, se cometan actos tan atroces sin que las autoridades logren una respuesta efectiva y rápida. ¿Dónde está el patrullaje preventivo? ¿Qué fallas en la inteligencia policial permitieron que un vehículo sospechoso circulara sin ser detectado?
El camino hacia la impunidad
La fuga de los agresores hacia el Cañón de Doña Petra, un área conocida por ser complicada en términos de vigilancia y control, plantea serias dudas sobre la capacidad de las fuerzas del orden para contener la delincuencia. Si bien se desplegaron patrullas en busca de los responsables, la falta de resultados concretos hasta el momento subraya una preocupante tendencia hacia la impunidad.
En un entorno donde los ciudadanos cada vez se sienten más inseguros, es imperativo que las autoridades no solo reaccionen, sino que prevengan y, sobre todo, den resultados tangibles en la lucha contra la violencia. ¿Se está haciendo lo suficiente para garantizar la seguridad de los niños y adolescentes en Ensenada? ¿Qué medidas concretas se tomarán para evitar que incidentes como este se repitan?
La ciudadanía exige respuestas y, más importante aún, acciones que devuelvan la paz y la confianza en las instituciones que deben protegerlos. La seguridad de nuestros niños no puede quedar a merced de la violencia ni de la incompetencia.