Ensenada, B. C., 18 de junio de 2024 — La brisa marina se mezcla con el olor a desamparo en las calles de Ensenada. Entre los turistas que disfrutan de la costa y los lugareños que van y vienen, existe un grupo invisible: las personas en situación de calle. El anuncio reciente del Gobierno de Ensenada sobre la atención a más de 350 personas en esta condición ha generado tanto aplausos como cuestionamientos. Si bien es alentador que se estén brindando servicios básicos como alimentación, atención médica y corte de cabello, surge la pregunta inevitable: ¿es esto suficiente?
La urgencia de una estrategia integral
En medio de la belleza natural de Ensenada, la falta de vivienda persiste como una mancha en el paisaje. Los esfuerzos coordinados entre la Dirección de Asuntos Religiosos y los ministerios religiosos merecen reconocimiento, pero no podemos ignorar la magnitud del problema. ¿Por qué no se ha implementado una estrategia integral que aborde no solo las necesidades inmediatas, sino también las causas subyacentes de la falta de vivienda? ¿Dónde están los programas de reinserción social, la capacitación laboral y la rehabilitación psicosocial? ¿Por qué no se han establecido albergues permanentes con servicios integrales para estas personas?
La atención médica como parche temporal
La atención médica básica es un parche temporal en una herida profunda. ¿Por qué no se invierte en la prevención y el tratamiento continuo de enfermedades mentales y adicciones? Las consultas médicas son esenciales, pero ¿qué pasa con la falta de acceso a medicamentos especializados? ¿Por qué no se han establecido alianzas con instituciones de salud mental para brindar servicios más allá de las consultas básicas? La salud no se trata solo de curar heridas físicas; es también un estado mental y emocional que requiere atención constante.
La falta de voluntad política
La situación de calle no es solo un problema de caridad; es un asunto de derechos humanos y dignidad. ¿Por qué no se asignan recursos suficientes para abordar esta crisis de manera estructural? ¿Dónde está la voluntad política para crear políticas públicas efectivas? Las voces de las organizaciones de la sociedad civil y los expertos en el tema deben ser escuchadas. Es hora de ir más allá de los gestos simbólicos y tomar medidas audaces y sostenibles para resolver este problema de raíz.
En resumen, mientras celebramos los esfuerzos actuales, debemos exigir más. La atención a las personas en situación de calle no puede limitarse a darles de comer una vez al día. Es hora de que el Gobierno de Ensenada mire más allá de las cifras y se comprometa a cambiar la realidad de quienes luchan por sobrevivir en las calles de esta ciudad costera.