
Salgado Chávez negó categóricamente ser un prestanombres de la gobernadora Marina del Pilar Ávila Olmeda, y rechazó haber hecho algún compromiso de compraventa oculto con la mandataria estatal. “No hay ningún acuerdo interno ni negocio en lo oscurito”, aseguró.
El empresario confirmó que la residencia ubicada en Rancho Santa Fe, condado de California, está registrada a su nombre y no al de la gobernadora. Presentó un documento oficial bajo la figura de sistema de Escrow, que certifica la propiedad y el proceso de compra-venta, aclarando que dicha operación se realizó en 2023 y fue vendida el 19 de mayo de 2025, apenas cuatro días antes de que se diera a conocer públicamente.
La casa, con un valor aproximado de 4 millones 475 mil dólares, fue adquirida con la intención de remodelarla y venderla, explicó Salgado. La compraventa se realizó a través de transferencias bancarias, negando que el pago se hubiera hecho en efectivo o que existiera sobreprecio. “Todo se pagó al valor de mercado en ese momento, y la plusvalía la ha incrementado el tiempo”, dijo.
Salgado Chávez es originario de San Diego, California, y tiene arraigo familiar en Ensenada. Confirmó que su empresa INTL Builders Inc, con sede en Chula Vista, tiene más de 10 años de operación en Estados Unidos y negó que sea una “empresa fantasma” o creada “al vapor”. “Es una compañía legalmente constituida y cumple con todas las obligaciones fiscales”, afirmó.
Respecto a la identidad del comprador, el empresario prefirió mantener la privacidad para protegerlo del impacto mediático. Asimismo, aclaró que la dirección registrada en sus documentos a nombre de Gustavo Fimbres corresponde a su contador y no tiene relación con empresas que no le pertenecen.
Un punto polémico fue la fotografía que la gobernadora Marina del Pilar publicó en Instagram, tomada en la sala de esa residencia durante una celebración familiar por el Día del Padre. Salgado confirmó que la mandataria le pidió permiso para tomar la foto y que ésta la visitó en dos o tres ocasiones debido a su amistad de varios años.
Al cuestionarlo sobre un posible conflicto de intereses por esa relación cercana con la gobernadora, Salgado rechazó que ello haya influido en sus negocios. “He cumplido con toda la reglamentación y no he pedido ni recibido ningún favor”, dijo.
También negó que haya tenido influencia para que funcionarios fueran designados en el gobierno estatal ni que busque promover candidaturas políticas. Su interés se centra únicamente en su trabajo y en una fundación que creó tras un secuestro que sufrió en 2008 por abrir una escuela en Ensenada, hecho que lo obligó a retirarse temporalmente del Estado.
La controversia sobre la propiedad surgió cuando se detectó que la casa en Rancho Santa Fe estaba en venta, y la coincidencia con la foto de la gobernadora llevó a especulaciones sobre la propiedad real. Sin embargo, tanto Salgado como el Gobierno del Estado han negado que la mandataria sea dueña, confirmando que la residencia está a nombre del empresario.
Por último, Salgado anunció que emprenderá acciones legales en Estados Unidos contra el medio Los Ángeles Press y la periodista autora de una nota que lo acusa de lavado de dinero y sobreprecio en las transacciones, afirmando que se trata de información falsa y difamatoria.
En palabras del propio Fernando Salgado Chávez: “No he cometido ningún delito y no he sido requerido por autoridad alguna. Tengo derecho a la privacidad y no estoy obligado a presentar el ‘tres de tres’ porque no soy funcionario público”.